miércoles, 13 de mayo de 2009

"Il Cavallino Rampante" se revela

Inaudito. Esa es la única palabra que viene a mi mente para calificar los derroteros que está tomando la categoría reina del deporte del automóvil; la Fórmula 1. Ferrari anunciando que no descarta desertar de un campeonato que pierde sentido a pasos agigantados por la intromisión de agentes, externos a los equipos, que deberían velar por todo lo contrario. Por dar estabilidad y unanimidad a una reglamentación nada fácil en un deporte en el que las ventajas se miden en milésimas de segundo y las tecnologías utilizadas van al límite de lo posible.

De aquellos barros, estos lodos. La última vuelta de tuerca viene precedida por la pretensión de la FIA de que a partir del año que viene existan dos reglamentaciones paralelas. O mejor dicho, una reglamentación para unos y un trato discriminatorio para otros. Esto es, se pretende implantar un límite a los presupuestos de los equipos a partir de 2010. Este límite quedaría establecido en 45 millones de Euros; y los equipos que se acogieran a esta medida disfrutarían de numerosos beneficios. Beneficios tales como exención de límite máximo de giro del motor (límite de revoluciones), la instalación de un KERS doble (significa que el dispositivo entregaría 160 CV's adicionales en vez de los 80 CV's de ahora), libertad para rodar tests en pista y probar artilugios en el túnel de viento así como otras ventajas técnicas y una mayor permisividad en general.

Max Mosley, presidente de la FIA, justifica estas medidas alegando que de este modo nuevas escuderías podrían plantearse entrar a competir en la Fórmula 1. No es cuestión de pensar mal, pero ese mismo órgano rector ha permitido que encabecen la tabla clasificatoria de esta temporada coches con flagrantes ilegalidades en su diseño... no hace falta decir nombres. Y da la curiosa casualidad de que Ross Brawn y su equipo de reciente creación, Brawn GP, están del lado de los que mandan. ¿Acaso ya se está empezando a medir con diferente rasero?

Si la Fórmula 1 es la mayor expresión del automovilismo y el lugar de prueba y puesta a punto de las tecnologías del mañana, ¿por qué hay que coartar la libertad de cada escudería para elegir su presupuesto? Cada una invierte el dinero que puede, como pasa en cualquier deporte por equipos. Siempre habrá unas escuderías más potentes que otras, siempre. ¿Qué interés puede haber en poner freno a esa constante evolución a cambio de que el campeonato se llene de escuderías mediocres con bajo presupuesto? Está claro que llenar los bolsillos de la FIA (Max Mosley) y del inefable Bernie Ecclestone. Y es que el número de coches en pista, sean del nivel que sean, redundan en beneficios. A más monoplazas, mayor volumen de negocio para la marca "Formula One". Marca gestionada por el ya nombrado Bernie a través de su grupo "Formula One Management".

Sinceramente. Se pueden meter su campeonato "Low-cost" donde les quepa. Claro y rotundo. Yo como aficionado exijo ver los domingos una carrera entre coches punteros, audaces en sus diseños, paseando por el mundo las más avanzadas tecnologías. No quiero un campeonato con treinta coches en la pista y sólo diez de ellos de máximo nivel. Jugándose los pilotos el tipo entre las veinte bañeras con ruedas restantes. Y así, retocando y enrevesando de un año para otro las reglas de este juego, quizá hagan un negocio redondo; pero cuando el futuro de este deporte está en manos de los mismos (Max y sus secuaces) que han arruinado con el paso de los años el Campeonato del Mundo de Rallies, miedo me da pensar donde estará el límite de la sinrazón.

Así pues, imaginen una Fórmula 1 sin Ferrari, sin McLaren, sin BMW, sin Red Bull, sin Renault... y por supuesto sin Hamilton, Raikkonen, Alonso, Massa, Kubica y el etcétera que cada cual quiera ponerle. Con la salvedad de Williams, Brawn GP y Force India que son quienes no hacen ascos a la pantomima que se avecina.

Yo sí la imagino. Imagino un campeonato independiente a las manipuladoras manos e ideas de un hombre senil, cuya afición es participar en orgías con parafernalia Nazi. Y también independiente a otro rancio vejestorio cuyo afán mercantilista no tiene límites. Creo en una Fórmula 1 donde los equipos acuerden una reglamentación y donde sólo tengan cabida los mejores. Donde los beneficion se repartan equitativamente entre escuderias y no arbitrariamente. Y creo en una lucha tecnológica abierta sin parangón.

Por eso mismo, desde éste mi blog, lo digo muy claro. Aun esperando que se imponga la cordura y que esta situación se arregle de acuerdo a los intereses de todos, yo siempre estaré en un lugar.
Yo siempre estaré donde esté "Il Cavallino Rampante".

Vía | AS
Imágenes | Google Images, Wikipedia

1 comentario:

Anónimo dijo...

Forza Ferrari! Orgoglio della nostra patria.